viernes, 6 de mayo de 2011

...me dijo con los ojos accidentados que en su casa había arcoiris y que en alguna ocasión lo tocó con los dedos,
deambulé sorpresiva, pero me decía la verdad, lo sé.

-¿Lo tocaste con los dedos?
-Sí, claro
-¿Y cómo era?, ¿podré verlo algún día?
-Preciosos. No. Sólo existen en mi casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario