miércoles, 27 de octubre de 2010

he visto cuerpos que se arrastran
camino hacia la no vida,
enfermos de tristeza reproducida
en el borde aritmético
de los días convencionales,
he pedido prestada la piel
y la intimidad de los polígonos,
el miedo de la noches
cuando existir queda para después
y las tripas
aún remueven
los volcanes derrotados
de un corazón que tiende al deshielo

y no sé si dependo
de palabras desérticas y aéreas
que levitan en identidades ajenas
en una llamada de teléfono
que no encuentra respuesta
y sólo hallo soledad
en las formas del número
en el tono repetitivo que tiene como destino

la voz de alguien

-El teléfono marcado
no se encuentra disponible
en este momento, por favor,
inténtelo de nuevo más tarde.

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