un paseo basta
para ver la vida a través de escaparates
consumismo vomitivo
maniquíes enfermizos
que gritan muerte
asfixia el vacío de sus cuerpos
siluetas corrosivas
sin verdades ni historias inyectadas
visten corazón de metacrilato
me retuerzo en mi propia palidez
ante el cristal
he visto como me nace niebla de la boca
no paro de repetirme
quiero estar en otra parte
en otra calle
en otro mapa
veo sus caras repetidas en el cristal
con gestos vulgares y fúnebres
no saben a dónde van
o quizá soy yo
atragantarme
con tristeza anónima es irremediable
me digo una y otra vez
que tapizarme el pecho con madera y barniz
no es una locura
esta puta vida me sabe a tierra
brutal... buen poema... sí señora!
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