aquí no queda nada
sólo invierno
que escribe intimidad
en calles donde titubean pies sin huellas
la noche no es más que un final
que se repite y agoniza
y es necesaria la fiebre de otro cuerpo
para desentumecer la carne
porque el frío duele y la ausencia también
si te dijera que tengo en el vientre
pájaros en guerra
gestando conquista y muerte
mientras
los gatos violan a las bolsas de basura
y todo permanece tan en silencio
que hasta la respiración
se me hace ajena
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