Junio se extiende en el vértice
de los días, soleados y abrasadores
y sus noches me ahogan
exiliando un puñado de versos
que desfilan caóticos por los túneles venosos
de mi silueta despeñada.
Late, permanece en la materia
y es casi inevitable retorcerme
en su invasión poética,
inmersa en el huracán de vocablos
que llegan sin más
y cada uno es una respuesta,
una razón para calmar el
d.e.s.a.m.p.a.r.o
No les teme mi blanquecino cuerpo
de inviernos asomados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario